Del cine a la televisión: Tiempo de adaptaciones
Continuamos con una nueva entrega hablando de cómo la industria audiovisual recupera viejos recursos e historias del pasado. Ya hablamos de las nuevas adaptaciones de Disney, y de cómo las pautas narrativas se repiten en televisión. En esta ocasión, hablamos de la tendencia de adaptar películas de éxito a televisión.
El camino reverso de las adaptaciones.
Bien es sabido que siempre ha existido el intercambio entre cine, televisión y teatro, sin olvidarnos de los cómics y videojuegos como referencia. Si antiguamente lo más normal era que una serie de éxito terminase adaptándose a película cinematográfica ( Por ejemplo, Expediente X, Los ángeles de Charlie…), ahora este flujo se ha invertido, y parece que las películas taquilleras encuentras su camino en la adaptación televisiva. ¿Por qué esta inversión? La televisión siempre se había considerado la hermana pequeña, fea y tonta del cine. La GRAN pantalla era el medio más prestigioso, donde las grandes estrellas querían brillar y los productores veían este medio como el futuro de sus empresas.
Recientemente, con la aparición de nuevas tecnologías llegó la época dorada de la televisión. La especialización de los canales debido a la segmentación de una audiencia más selectiva permitió experimentar en la ficción televisiva, pudiendo hacer series más «puras» que no tuvieran que satisfacer a todo tipo de público. Ahora el Star System televisivo goza de la misma fama y reconocimiento que el del cine. Esto es importante para comprender el por qué de las nuevas adaptaciones.
Adaptaciones: Dinero Vs respeto.
Como hemos dicho, la televisión recupera su importancia. Por lo tanto, vuelve a ser un medio rentable. Pensemos como ejecutivo que de primeras busca beneficios: Tengo un producto (una película), que gustó al público, cuyo guión ya tengo elaborado, y la historia es conocida, ¿qué hacer? La televisión permite rentabilizar y alargar los beneficios de ese producto audiovisual. Por supuesto hay más motivos que el estrictamente monetario, pero como siempre, este es el primero y más importante.
El aumento del número de canales hace que se requiera más y más contenido, y tirar de un producto ya hecho es una opción muy jugosa. Un caso especialmente claro es el caso de los dibujos animados, pues casi cualquier película de animación tiene su propia serie televisiva.
Desde el punto de vista creativo, estas adaptaciones permiten desarrollar un universo ficticio donde dar muchos más matices a la historia y personajes. Si la historia original era lo suficientemente compleja e interesante, la televisión puede desgranar y profundizar en ella.
El público que ha disfrutado con los largometrajes puede volver a acompañar a sus personajes preferidos. Una vez más, la nostalgia (sobre todo si la película original tiene ya sus años) juega un papel importante a la hora de captar al público, pero será la buena producción los que consigan fidelizarlos.
Fargo, Hannibal ,Evil dead, Sleepy Hollow ,Terminator/Las crónicas de Sarah Connors, 12 monos, Abierto hasta el amanecer, Scream, Minority Report, Rambo …, son sólo algunos ejemplos de lo que hablamos.
La época dorada de la televisión ha traído consigo también los pastiches, guiones a medio hacer, … Las adaptaciones televisivas no es un fenómeno intrínsecamente malo, pues hemos disfrutado de casos de éxito. El problema viene cuando los motivos económicos distorsionan el producto, haciendo más que una adaptación, una inintencionada parodia del producto (como puede ser el caso de los dibujos animados, donde la calidad visual de la serie suele estar muy por debajo de su original). Por favor, queremos volver a ver a nuestros héroes, pero sólo si son tratados con respeto.
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