El espacio y el tiempo en la narración

25th Abr 2016 Cine, Ficción, Narrativa

Dentro de nuestro ciclo donde utilizamos obras de teatro para explicar qué elementos conforman una obra audiovisual, hoy hablamos de «Todo irá bien» (dirigida por Jose Manuel Carrasco) para explicar cómo el tiempo y el espacio de la obra puede ser un elemento más en la narrativa de la misma.

La obra trata de 4 protagonistas treintañeros perdidos en la vida. Personas tristes, duras y tiernas que no saben qué hacer con ellos mismos.

Round 1: El espacio de batalla

Para empezar nos encontramos que no estamos frente a un escenario tradicional. El espacio no es frente a frente, es «semi-circular». En realidad al entrar vemos un ring de boxeo, con los asientos colocados en 3 de los cuatro lados del cuadrilátero. El propio espacio sugiere desde un comienzo que vamos a presenciar un combate. Un combate de boxeo contra la vida, donde los participantes somos nosotros mismos.

Este espacio no lineal es algo que se está dando cada vez más. Tanto en cine como en teatro, ya no nos enfrentamos a una imagen frente a frente donde todo el mundo verá lo mismo, guiando nuestra atención al elemento clave.

Si en esta obra la acciones pueden ser vistas desde tres posiciones distintas (sin que afecte mucho a la trama), en el mundo del vídeo se está dando el fenómeno de los vídeos 360º, donde es el espectador el que elige qué ver. La cámara se mueve de posición, pero eres tú quien elige dónde mirar (con el riesgo de perderte acciones clave).

Esto, aunque no lo parezca, es un gran e importante cambio a la hora de pensar una obra, pues el espacio se amplia de manera brutal, dejando de ser un plano a ser un mundo a nuestro alrededor.

Round 2: el tiempo

El tiempo, dividido en capítulos o rounds como en el boxeo acentúa otra vez esto de la lucha. A modo de libro, todos los rounds tienen un título, nombrado por el árbitro (el director de la obra) que corresponde a una frase que se dirá a lo largo de ese capitulo. Otra vez la división  del tiempo funciona como un elemento característico más de la obra. Podría haberse hecho una obra con sus tres actos diferenciados con sus descansos, por ejemplo, pero en vez de eso el director opta por establecer estos 15 rounds donde los protagonistas recibirán golpes e intentarán, con mayor o menos éxitos, evitar el K.O. final.

En cine tenemos varios ejemplos donde vemos la importancia del tiempo en la narración. Quizá el más obvio es Memento, donde la historia es contada al revés, del final al principio, así podemos vivir la experiencia del protagonista que sufre una rara amnesia. El tiempo en este caso va ligado a la narración, y es el elemento clave de la obra.

Ya vimos que en una obra intervienen diversos elementos, y la gracia está en acentuar unos u otros. Aquí, a parte de la interpretación, que ya analizamos en esta otra entrada, hablamos del espacio y el tiempo como elementos diferenciadores. Que los protagonistas viven una lucha interna nos queda claro con la interpretación y el guión, pero estos elementos en torno al boxeo ayudan a comprender y diferenciar esta obra.

Agradecimientos a CultProject