Sonido: ese gran incomprendido
Oímos sólo aquello que queremos escuchar. El sonido en un vídeo (película, serie, corto, corporativo…) es igual de importante que la imagen. Factor que pasa a veces desapercibido en muchos contenidos, quizás porque prestamos más atención y nos llama más lo que entra por los ojos que por otros sentidos.
Sonorizar una escena no es tan fácil cómo parece. Al igual que en la imagen hay que controlar la iluminación y lo que se ve; en el sonido hay que controlar lo que se oye, el ruido y la dicción (en el caso de que se hable). Porque el silencio también es importante, el silencio se escucha aunque no lo parezca. Pero al contrario que con la imagen, el sonido es más difícil de controlar.
Vayámonos al escenario de vídeo corporativo. Imaginad que queréis que alguien cuente algo a cámara, ponéis al sujeto sobre un fondo neutro, colocáis luces, ajustáis la cámara para sacarle un plano medio y componer un cuadro bonito, le ponéis un micrófono de corbata y a grabar. La imagen queda perfecta, pero el sonido tiene reverberación, o se escuchan pájaros, o justo pasa una moto de estas ruidosas. Si nuestra intención era sacar el diálogo claro esas pequeñas interrupciones, aunque parezcan mínimas como la de los pájaros, molestan. Incluso el ruido ambiente (aunque no haya nadie más que vosotros y estéis en un entorno aislado) genera sonido que puede manchar el diálogo.
Los elementos que pueden chafarte una buena toma de sonido en un vídeo corporativo son tantos y tan pocos controlables que mucha gente acaba por no prestarle atención y centrarse en otros aspectos. Quiero enseñaros un reportaje que hizo la cadena desaparecida de la Sexta3 sobre el sonido en el cine.
El silencio está ahí, y la mezcla y postproducción sonora (acompañada de música) empacan la acción transportándote a la historia. Y al igual que una narración con sólo imágenes te pueden contar una gran historia, una con sólo sonido te hace trabajar tu imaginación. Si no probad a escuchar este vídeo con los ojos cerrados y cascos. Está en inglés, pero no hace falta entenderlo para transportarte a esta peluquería.
Cuidemos más nuestro sonido.
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