Cómo saber si nos toman el pelo: patrones que usan los medios

20th Mar 2015 Actualidad, Tendencias

Una parte cada vez más importante de nuestras vidas es la información. De hecho, es el activo más importante del que depende nuestra sociedad. Y como tal, la vendemos, la compramos, traficamos con ella…así que, ahora más que nunca, es importante aprender a dudar y desarrollar un «ojo crítico». Vamos a repasar un poco de lo que nos ha dado últimamente nuestra «querida» TV…

Equipo de… “investigación”

No es nada difícil saber cuál es el objetivo de este programa. Después de ver un par de entregas, es fácil advertir cuándo saben que está decayendo la calidad del programa, y cuándo están experimentando la urgente necesidad de rellenar espacio.

Por ejemplo, ir a la antigua casa de cierto personaje y preguntar al ex vecino. Asaltar al hombre mientras pasea el perro tan tranquilo, y hacer que el pobre hombre se encuentre de sopetón con una pregunta de lo más inapropiada. En resumen, preguntar al vecino de la acera de enfrente en una urbanización con seguridad por la vida personal de un sujeto que se mudó hace diez años. ¿Eso es rigor periodístico?

Ah, y no nos olvidemos del cariz que toma el resultado final cuando la presentadora narra la escena como si estuviera narrando el asesinato de Kennedy….y las pequeñas elipsis dramáticas de medio segundo mientras el “periodista” abre la puerta del coche.

 Starsuckers, o la peor forma de desdeñar la verdad

Hace unos años vio la luz un documental llamado Starsuckers, que viviseccionaba los “trucos” de los mass media anglosajones para “enganchar” a la audiencia y monetizarla lo más posible.

Sensacionalismo - LowMediaCierto es que desde siempre se ha usado la “fama”, el reconocimiento público, como un medio de control de la masa, y que nunca se ha dudado en tergiversar el contexto ni los hechos si había una potencial audiencia interesada.

Pero siempre ha habido reglas de oro menos conocidas. Por ejemplo, la que consiste en “trabajar” con personas lo más jóvenes posible: Hay que convencer a los niños de que la clave de la felicidad está en la industria del entretenimiento. De hecho, hay experimentos que demuestran una proporcionalidad directa entre las horas de televisión que se consume y la importancia que se da a la fama como atributos personales, en contra de la inteligencia, riqueza, belleza, etc. Así, se introduce cada vez más la figura del niño triunfador con telerrealidad, talent shows y versiones para niños de programas de calidad dudosa

Predicando con el ejemplo, vaya.

Por fortuna para las grandes cadenas, esta obsesión que empieza en la infancia se instaura para toda la vida en las cabezas de la ciudadanía. Esto lo demuestra el hecho de que la gente acude en masa a los castings de telerrealidad, en algunos casos hasta varias veces al mismo casting con la esperanza de poder tener otra oportunidad. Lo que no saben es que es imposible que seas aceptado en un programa de este tipo si ya has sido rechazado una vez.

Esta telerrealidad fue creada para alimentar las aspiraciones que les fueron implantadas de niños, para hacerles creer que tienen una alta probabilidad de aparecer en televisión. Pero en realidad no está más que repitiendo patrones de otras adicciones, como por ejemplo la adicción al juego. Si os fijáis, en juegos como la tragaperras el sujeto casi nunca está perdiendo, sino que está teniendo experiencias cercanas al premio, pero sin llegar a él. Y cada vez más conforme va pasando el tiempo, para aumentar el “enganche”. Sólo tenemos que pensar en la típica máquina en la que sólo nos falta una cereza o un limón para conseguir un gran premio.