Propaganda política y vídeo: dictaduras al descubierto

La mayoría de nosotros no hemos vivido la época de las dictaduras (nos alegraría mucho saber si nos leen octogenarios, todo hay que decirlo), en la primera mitad del siglo pasado: cada país mantenía su propio régimen, más o menos cerrado, y hacía su propia propaganda política ya sea para difusión interna o para enseñar al extranjero de lo que eran capaces. La mayoría de esta propaganda política tomaba forma de carteles o vídeos, algunos de los cuales vamos a enseñar ahora.

Primero, conoceremos un poco más acerca del cine anterior a la propaganda política en la época nazi: Antes de la ascensión del nazismo, en Alemania había surgido una corriente

Documental de propaganda política nazi

expresionista, que fue cortada de raíz con el exilio de directores relevantes (como Fritz Lang) y la publicación del «reglamento del cine», que además de (por supuesto) introducir la censura previa, impuso determinadas condiciones, como por ejemplo que que debía transmitir los principios del nuevo régimen pero de forma implícita, sin exponer nunca el carácter propagandístico. Así, el público siguió llenando las salas, con el solo propósito de entretenerse con cine sencillo y convencional. Películas como «El Judío eterno» (documental) o «Olympia», que demonizaban a los judíos y defendían la perfección de la raza aria se convirtieron en éxitos de taquilla. Los dirigentes del régimen sabían que una dosis de propaganda política literal y directa iba a espantar al espectador medio. Un poco más abajo podéis encontrar la película completa de «El judío eterno»

Hasta ahora, hemos comentado cine propagandístico con un cierto hilo conductor, un argumento, etc. Pero ahora queremos enseñaros no la otra cara de la moneda, sino otro formato muy diferente pero con el mismo objetivo: aleccionar a la masa.

Hablamos de un formato de menor duración, en el que el único hilo conductor es la exaltación de los dogmas de turno. El propósito ya no es «sólo» mantener los valores del régimen en la población, ahora se basa en atraer, aprovechando (en la mayoría de las ocasiones) las carencias del sistema existente para atraer al grueso de la población. Un ejemplo son los vídeos de exaltación de la figura del líder, con marchas militares y parafernalia de por medio (minuto 2):

Después de haber analizado estos formatos, vamos a por uno mucho más moderno, de un régimen que perdura hoy en día: Corea del Norte. Esto ya evoluciona mucho más:

Propaganda política norcoreana

Se usan técnicas de realización y postproducción para crear situaciones ficticias que ponen el foco ya no en los principios del sistema, sino en el odio al «rival» y la superioridad ante los demás. Aquí vamos a ver dos ejemplos: en el primero, se «finge» un ataque al Capitolio de Estados Unidos, y el segundo muestra como la selección coreana gana el mundial de fútbol (un montaje, por supuesto):