Marketing de bajo presupuesto

Veamos; ya tienes tu Startup o microempresa montada, o incluso te has decidido a trabajar por tu cuenta (ese «maravilloso» desafío de los autónomos en España) a lo freelance. Como es de esperar, no andas sobrado de dinero y buscas elaborar tu estrategia de marketing de bajo presupuesto. ¿Ahora qué? ¿Cogemos el viejo libro de marketing de 800 páginas y nos rompemos la cabeza pensando en cómo lo “traducimos” al mundo real sin gastar mucho, tirando de nuestro presupuesto tan reducido? ¿Nos espantamos al ver lo que se gastan las grandes empresas en marketing? ¿Qué es eso del marketing de bajo presupuesto?

Por fortuna, y al contrario de lo que se pueda pensar, si se tienen claros los principios básicos del marketing, hacer un buen marketing de bajo presupuesto es posible.

 

Lo básico

En realidad, marketing no significa otra cosa que crear valor para un grupo de personas, establecer relaciones con ellos, y recibir a cambio su valor. Para ello, necesitamos explorar nuestro entorno y descubrir necesidades. Como decía David Ogilvy; la gente no compra productos sino soluciones. Theodore Levitt, el profesor de Harvard, dijo que la gente no necesita una broca de seis milímetros, sino un agujero de seis milímetros. El marketing de bajo presupuesto se basa en estos mismos principios.

Has de pensar en un problema que puedas “aprovechar” (siempre hablando con ética) y analizarlo: ¿Qué consecuencias puede tener para el cliente no resolverlo? Y ¿Qué beneficio final puede obtener si te elige? Teniendo claro ésto, podremos plantearnos una estrategia ganadora de marketing de bajo presupuesto. Por ejemplo, Karen McReadie puso el ejemplo de los conferencistas que querían escribir un libro, cosa imprescindible en su negocio. Éstos no tenían tiempo ni capacidades para escribir un libro, y terminaban frustrando sus expectativas de hacerlo. En el caso de sacar tiempo para hacerlo, la frustración era doble: no conseguían hacerlo con la calidad que requerían. Así, desperdiciaban dinero y nuevos clientes potenciales.

Ella, como escritora, conseguía que los clientes pudieran seguir con sus actividades diarias,

rentabilizando mejor el tiempo haciendo cosas que se les daban mejor. Además, escribía con el estilo del cliente, con lo cual el libro parecía suyo. Por último, aumentaban sus ingresos…la palabra “autor” queda muy bien en un currículum.

 Conociendo tu entorno

En esta película hay muchos actores, y es necesario conocerlos a todos lo mejor que puedas para conseguir un marketing de éxito. Es capital que conozcas a tu competencia, así como a tu público objetivo: qué les mueve, dónde están, qué edad tienen, sus aficiones, etc.

Para esto, no necesitas gastar cantidades ingentes de dinero en estudios de mercado, ni tampoco pasarte horas enfrente del ordenador haciendo interminables búsquedas. Hay formas de obtener información, como apuntarte a la newsletter de tu competidor, acudir a los registros o interesarte de manera activa por él (siempre sin darte a conocer completamente, claro).

Una buena manera de optimizar el presupuesto es elaborar una planificación clara, con objetivos realistas y fácilmente medibles.

Tu propuesta

Ahora preguntémonos, ¿Porqué el cliente debería elegirte primero a ti, en vez de a tus competidores? Trabajar sin un valor diferencial cuesta mucho dinero, y puedes terminar obligado a cambiar tu enfoque de todas maneras, conforme vayan apareciendo competidores. Y para saber si tu propuesta (tu argumento de ventas, con lo que expresas tus valores) es exclusiva o ya está muy manida, necesitas tener controlado el apartado anterior. ¿Ves cómo todo se relaciona?

Aplicando conceptos al marketing de bajo presupuesto

También, al planificar y elaborar tu propuesta, has de pensar en lo que en marketing llamamos barreras de entrada. Una barrera de entrada es lo que pondría las cosas difíciles a tu posible competidor a la hora de poder tener posibilidades reales de “plantarte cara”. Por ejemplo, y aunque es probable que no tenga nada que ver con tu mercado, podemos observar que para entrar en la industria del acero, es imprescindible un alto horno, que cuesta del orden de 60 millones de euros. Si ya cuentas con uno, tú ya has superado una barrera de entrada muy importante, y puedes esperar menos presión competitiva que, por ejemplo, un community manager.

Manos a la obra

Ahora, tienes dos opciones: seguir investigando (muy recomendable) o empezar a trazar tu plan maestro de marketing de bajo presupuesto (muuuy recomendable). Aquí tienes algunas ideas que seguro te servirán.

De todas formas, en LowMedia podemos ayudarte (y muy bien, todo hay que decirlo) si decides apoyarte en el videomarketing (más recomendable aún) como herramienta para vender más.