Cultura audiovisual y sociedad

En el post de hoy, queremos comentar desde nuestro punto de vista la relación entre la cultura audiovisual y la sociedad en sí. Cómo conciben la creación, cómo la financian (si lo hacen), como la cargan de impuestos (no miro a nadie), y cómo se consume. También vamos a exponer varias contradicciones que hemos encontrado y que seguro no conocías.

Patrimonio histórico

A nivel teórico, todo el mundo considera la creación como algo muy valioso. Sin ir más lejos, en el año 1980 la UNESCO presentaba estas recomendaciones, entre otras:

“las imágenes en movimiento son una expresión de la personalidad cultural de los pueblos y que, debido a su valor educativo, cultural, artístico, científico e histórico, forman parte integrante del patrimonio cultural de una nación.”

“Es necesario que cada Estado tome medidas complementarias adecuadas encaminadas a garantizar la salvaguardia y la conservación para la posteridad de esa parte especialmente frágil de su patrimonio cultural, del mismo modo que se salvaguardan y conservan otras formas de bienes culturales como fuente de enriquecimiento para las generaciones presentes y futuras.”

Pero, ¿Es realmente frágil? ¿Es frágil una superproducción de millones de dólares, que culturalmente hablando está vacía? o ¿Es frágil una creación independiente que busca destacar a nivel emocional o removiendo conciencias? ¿Cuál de los dos está mejor protegido? Primera contradicción.

Europa, o la irrelevancia de la palabra

El Parlamento Europeo se reunió en Abril de este año para hacer toda una declaración de principios: en esencia, pidió más dinero y menos impuestos para el sector audiovisual. Existe un informe llamado «El cine Europeo en la era digital», elaborado por Bogdan Brunon Wenta, del que partió la iniciativa y que está disponible online. Lo curioso es que el Partido Popular Europeo, (con el gobierno de Mariano Rajoy incluido) votó a favor de la iniciativa. Después de subir el IVA cultural hasta el 21%.

España: caso de estudio

Hemos hablado de creación audiovisual a nivel histórico, hemos hablado también del panorama europeo. Ahora nos toca a nosotros. Queremos hacer un repaso a los contenidos que podemos disfrutar en TV ahora mismo, y que hemos visto pasar este año por nuestras pantallas.

Por más que nos fijamos, no podemos encontrar más que unos pocos programas originales en nuestra parrilla. Nos referimos al hecho de que prácticamente todo lo que consumimos por TV en este país, ya ha sido comercializado en medio mundo. Hablamos de La Voz, Masterchef, «Hit: La canción», «tú si que vales» (copia de American Idol), etc… También podemos ver, por ejemplo, a Pablo Motos haciendo regalos al público y pseudoconcursos al más puro estilo Oprah Winfrey.