El anuncio más esperado del año

Un año más, llega la Navidad y las agencias de publicidad nos bombardean con anuncios de coches, juguetes, colonias, ropa y cuantos productos nos podamos imaginar con el único propósito de vender, vender y vender. Nos agota tanto consumismo y cambiamos de canal en cuanto empieza a aparecer la primera chica vendiendo las maravillas de un perfume. Sin embargo, hay una excepción y esa es el anuncio de la Lotería de Navidad. Este anuncio siempre ha tenido un prestigio especial y ha sido recordado por todos (quién no se acuerda del calvo de la lotería).

Hace tres años ese cariño especial se convirtió en un éxito total gracias a la agencia Leo Burnett. Bajo el lema «El mayor premio es compartirlo», han conseguido emocionar año tras año al espectador, presentando historias sencillas.

En 2014 Leo Burnett se encargaba por primera vez del anuncio de la Lotería y nos presentaba a Antonio y a su bar. Una historia sobre Manuel, un hombre un poco arisco que ha perdido la esperanza y no compra el décimo. Por supuesto, cuando toca el gordo, Antonio le regala uno porque es así de majo. Muy entrañable.

En 2015, el protagonista era Justino, un guarda nocturno que se dedicaba a disfrutar de su turno alegrando el día a sus compañeros. Tampoco compra un décimo pero sus compañeros lo comparten con él. Admitamos que se nos cayó la lágrima a todos.

Este año la historia cambia. La protagonista es Carmen, una abuela despistada que se piensa que le ha tocado el Gordo. Para no quitarle la ilusión, el pueblo le sigue el royo y lo celebran con ella. Más tarde le da el décimo a su hijo porque es lo que ella quiere: compartirlo.

Está claro que los de Leo Burnett han conseguido emocionar y tocar la fibra sensible a la audiencia. Sin embargo, no nos olvidemos que son campañas publicitarias y su objetivo es vender Lotería. Gracias a las campañas de 2014 y 2015 la Lotería aumentó sus ventas en un 9% y este año se espera batir récords. De momento, se ponen en juego 70 millones de euros más en premios.

Leo Burnett ha conseguido enseñar cómo puede cambiar tu vida tras ganar el Gordo. Si les toca a Antonio, a Justino y a Carmen, ¿por qué no nos puede tocar a nosotros?